sábado, 9 de diciembre de 2006

Las esperanzas de un nuevo gobierno.

Pues si, ya tenemos nuevo Presidente de la República. Después de varias payasadas protagonizadas por los diputados de las bancadas de PAN y del PRD en la cámara baja, se pudo hacer el acto protocolario de está escrito en nuestra carta magna. ¿Pero, ¿qué necesidad de los diputados perreditas tratar de impedir este acto republicano? Solo provocaron que los, purísimos y benditos, diputados panistas tomaran la máxima tribuna de la nación y se exhibiera a México a nivel mundial. Como si después de tanta violencia en las calles faltara una cereza en este gran pastel.

Y pues si. Ya está contento Felipe Calderón con su nombramiento. Andrés Manuel López Obrador también, pues es Presidente Legítimo, según él. Y el ex presidente “Fots” mucho mejor, puesto que ya descansa en su rancho en Guanajuato de donde nunca debió de haber salido.

Un gabinetazo de lujo, o como dijeran muchos conocedores en cuestiones de estado, de primer nivel. Yo en mi muy humilde ignorancia, debo de ser conciente de que estas personas están para servir al país. Meritoriamente su jefazo, osease un empleado más del pueblo, el Presidente, que les baja el sueldo. Zaz. ¿Eso se los abría dicho cuando los invitó a ser secretarios de estado? Quien sabe. Lo que si es claro, es el ahorro que se tendrá con respecto a pagos de honorarios a dichos secretarios. Pero, yo me pregunto una cosa. ¿Cuánto ganaban estos señores y señoras antes? ¿Sus sueldos estaban por encima de los que perciben ahora? Posiblemente el que más ganaba, según el puesto que tenía antes es, Agustín Carstens. Pero bueno. Sería de muy buena onda, que en lugar de quitarse el 10% se lo redujeran en un 20%, pa que se vea la voluntad.

Pero, tatatanchaaaan…. ¿Pues como que no iba a haber recortes en otros lados? Pues si. Que dijo su mamá que siempre si. Que si habrán algunas modificaciones al presupuesto del próximo año. Uno de esos cambios, o ajustes como dicen los economistas, es en cuestión a la reducción del presupuesto cultural que se envió a la cámara de diputados para su aprobación.

Este país necesita mas formas de poder combatir la delincuencia a futuro. Una de esas opciones es el fomento a la cultura. Pero si después de “revisarlo” minuciosamente se decidió que la cultura no está entre las prioridades de este país, pues que mal.

Después de las penosas acciones que han realizados los diputados. Después de una herencia dejada por el presidente anterior en cuestión de seguridad, el nuevo presidente quiere que el gasto cultural sea menor. Allá él y su conciencia. Yo creo que es uno de los puntos más frágiles en la sociedad mexicana. Si tenemos bien claro los valores del ser humano y su verdadera actividad dentro de la sociedad, podremos tener un México libre de inseguridad en futuro próximo. Pero hay que verlo objetivamente.

¿Qué les parece si se reducen los presupuestos a los partidos políticos? Esa sería una buena estrategia. Pero no. Hay que quitarles el presupuesto a los que menos ruido puedan hacer. Lástima por este presidente que parecía, solo parecía, que cambiaria el rumbo del país hacía nuevos horizontes.

viernes, 1 de diciembre de 2006

Pensando en mi.

Hace solo un momento, sentí la necesidad imperiosa de tomarme un instante para mí. Según se, todo el tiempo que estoy viviendo es mío, pero rara vez es así. La mayor parte de ese tiempo, lo dedico a cosas externas, que claro, repercuten en mí existencia. Pero en esta ocasión fue diferente, fue extraordinario, casi perfecta. Quise ser yo.

Sonará raro, pero el estar siempre, o casi siempre, ensimismado en todo lo que me rodea, no me deja el suficiente tiempo para definirme, para vivirme. La muerte, la felicidad, la envidia, la soberbia y muchas emociones de las que siento, son por lo general acompañadas por personajes que me rodean. Amigos, hermanos, conocidos, compañeros, en fin, bastantes personas. No es malo tener este tipo de sentimientos, pero creo, que si los tengo solo por sentirme yo, por saber que me tengo, me causa una infinita felicidad. Aún cuando fuera por un solo instante. ¿Cuánto?, no lo se. Pero me sentí lleno. Pleno. Feliz.

La melancolía, a diferencia de lo que opina la mayoría de las personas, es un estado de estoicismo que conlleva múltiples emociones inmersas. Me declaro amante de la melancolía y las excitaciones que provoca. Es un estado que si se maneja de una manera errónea, puede causarme un gran daño. Espero poder controlarla.

Ya alguna vez escribí, “Cuando comencé a leer me juzgaban loco… Cuando comencé a escribir me dieron las gracias”. No espero que ahora me las den. Nunca escribo para que las demás personas se lleguen a sentir comprometidas y me lo agradezcan. Y si así fuese, me da gusto que compartan mis gustos. Mis memorias. Mis melancolías.

Soy alguien con muchos sueños y pocas realidades. Soy simplemente yo.