sábado, 20 de junio de 2009

Una semana más...

Las lluvias llegan a la Ciudad de México y el tráfico se vuelve un caos. Y eso que todavía no llueve bien, porque cuando eso sucede, todo se inunda y ni el metro camina, me dicen; ayer lo constaté, pues las diez estaciones que recorro casi todos los días y que se hacen 35 minutos, ayer con lluvia, fueron una hora y cinco minutos. Pues a poner al máximo mi paciencia, no queda de otra.

Las elecciones que se acercan, dan cabida a toda clase de encuestas, las cuales a su vez, dan un sinnúmero de ganadores; lo impresionante de todo es que muchos de los ganadores son de distintos partidos para un mismo puesto. Que loco no creen. Esto no me deja saber otra cosa, sino que los partidos políticos difunden encuestas amañadas. Y esto no tiene nada de inédito, sólo quise decirlo jajajaja.

Y entre campañas y llamados a que voten por cierto candidato para que el ganón [o ganona] sea otro candidato, pues transcurre la vida en México. Vida a la que muchos comienzan a acostumbrarse, pues mientras en regiones tan alejadas como la ex Yugoslavia, Georgia, y demás, viven la resaca de una guerra, en México, las balas son cosa de todos los días. Y eso que ni a guerra civil llegamos. Ni me quiero imaginar que el crimen organizado le entre a la guerra que el Gobierno desorganizado ha emprendido contra ellos.

El recuento de todo lo que pasa por mi cabeza en estos momentos, sería demasiado tedioso leerlo, para los que de vez en cuando se topan con esta atalaya de la desinformación. Pero poco a poco, mientras las ocupaciones que tengo me dejen, lo iré haciendo. Por lo pronto me estoy preparando para festejar el tercer aniversario de este blog, el cual no tiene otro fin más que el de darme la oportunidad de escribir. El que lo lean, es el plus que me permite seguir emocionándome para poder tener algo que contarles. Así que veré que me invento para este tercer aniversario.

Los días en esta inmensa urbe transcurren a una velocidad impresionante. Y mientras siguen pasando los días, se extraña más y más esa hermosa y bella tierra de cocos, palmeras, oxxos, kioscos, ARCES [nunca deben de faltar en este recuento], periódicos mentirosos, semáforos y topes: Colima. Pronto espero darles la sorpresa de estar por allá y tomarme unos buenos alcoholes con mis amigos. [Que conste que digo sorpresa, pues para algunos será bueno y para otros malo, pero sorpresa al fin]

Mientras tanto, les deseo lo mejor y el que tenga tiempo, le recomiendo el libro Ensayo sobre la lucidez del magnífico escritor portugués José Saramago, en estos días que está de moda promover el voto blanco. No es tan descabellada la idea. Pero como decía la gordita, “esa, es otra historia”.

jueves, 11 de junio de 2009

El debate fallido o Las tertulias de los periodistas.

Pues bien, las campañas están a punto de terminar. Los candidatos andan vueltos locos con el “hecho” de que cada uno son ganadores y ya se ven como los mejores colocados en la escena política de los respectivos cargos a los que aspiran. Si bien, el espíritu democrático ha sido vilipendiado por toda la clase política, aún hay tiempo de darle los primeros auxilios y reanimarlo. Pero está por verse esto.
Comenzaron los debates en muchos estados del país, cada uno con sus mejores caras y peores mentiras [en la mayoría de los casos] van y se enfrentan por tratar de convencer a los electores que, decirlo está de más, estamos artos de lo mismo de siempre: sólo promesas.

Después de un día laboral, llego a casa y me pongo a leer los periódicos que se encuentran en Internet. Los de circulación nacional, los de mi estado, y con estos últimos me queda [más] claro que hasta en los medios de comunicación hay bandos políticos. Sí, sé que he tocado este tema en otras ocasiones y que a algunos [uno de ustedes en especial] me dirán que si no estoy de acuerdo, que mejor ni los lea. Lo sé. Pero en esta ocasión quiero comentar la obviedad por sobre todas las cosas.
Muchos de ustedes saben que hubo un debate en el Estado de Colima. Cuatro fueron los candidatos que debatieron. Ni idea de cuánto duró, pero debió de ser mejor y más chistoso que ver “ganar” a la selección nacional. Yo hubiera querido un boleto de primera fila [después de escribir esto último me arrepentí siquiera de haberlo pensado; yo sentado entre dirigentes de partidos, seguidores “destacados” y demás “personalidades” wac].

Un teatro universitario que más ha servido para proyecciones políticas que para eventos culturales, si hablamos de la afluencia que tienen las caravanas políticas. Bueno, según los dos periódicos de mayor circulación, que no de veracidad, lleno total. Pero, dos versiones distintas. En cada bando [léase periódico] hubo un ganador. Para el Diario de Colima, SU candidata la ex alcaldesa de Manzanillo que salió muy mal de su administración, Martha Sosa [una candidata que no contesta los mails que se le mandan] ganó. Para el Ecos de la Costa ganó SU candidato [además de ser el candidato del morador de Casa de Gobierno] Mario Anguiano, el flamante edil con licencia de Colima que con tonos de celular quiere ganar adeptos, idiota.
Bueno, pues estos son los dos resultados. Vámosle dando mitá y mitá para que no se apachurren. Que importa quién de los dos gane, los que salen perdiendo somos los colimenses, con medios de comunicación parciales en su totalidad. No critico que los del diario o del ecos tengan simpatía por algún candidato, no. Pero que manejen con tal parcialidad la información escudados en la libertad de expresión y haciendo gala de un supuesto interés por dar a conocer la verdad acerca de tal o cual candidato, es muy malo para la libertad que ellos pregonan. Cada reportero que escribe la noticia del debate da su punto de vista, pero nunca informa objetivamente. No transcribiré las líneas que aparecen en cada uno de los periódicos, no vaya a ser que me acusen de plagio y me quieran mandar fusilar, no. Creo que la noticia sólo tiene una sola verdad, pasó tal o cual cosa. Los puntos de vista viértanlos en las columnas respectivas, no en la noticia en sí. Porque si las personas quieren hacerse un juicio acerca de lo que pasó, pues ya valió por que en los dos rotativos manejan información tendenciosa respecto al tema.

Ahora que conozco a mis candidatos a través de estos medios, me dan miedo, porque leo esos dos periódicos y ay nanita, son piores que los más malos de malolandía, uuuuyyyy. Pero siendo objetivo, la cosa no está tan mal, así que no les hagamos caso. Para saber bien de las cosas que hacen o no, no vayan a leer periódicos tendenciosos. Hay otras [quiero creer] formas de conocer a los candidatos, esto, para quien quiera conocerlos, yo ya sé de que mal padecen: Alz Heimer [pa´ no decir mentirosos].

Pero bueno, como he dicho, la decisión es de cada quien. Cada uno de nosotros debemos de decidir qué es lo mejor para el país.
Aprovechando, quiero dar un reconocimiento público [ay ay, ya parezco político] al Ecos de la Costa, porque hace unas semanas publicó, como se hace con muchas personas que expresan su parecer, un correo electrónico que le escribí al [los] editor [es] de este medio. Cosa que el Diario de Colima no hace, porque debemos de ir hasta sus instalaciones y dejarlo por escrito [y ellos son los que navegan con la bandera de la libertá de espresión]; es más, ni siquiera son buenos para responder los correos electrónicos que se les escribe. [Cosa rara, eso mismo me sucedió con Martha Sosa y Jelipillo Crusnsss ex presidente de la villa, ambos-dos del PAN. Dios los hace y ellos se juntan]

domingo, 7 de junio de 2009

Cuatro semanas

Analicemos la situación actual del país. Y vamos analizándola desde el punto de vista de las próximas elecciones, a las que justo dentro cuatro semanas iremos a sufragar con responsabilidad. Esto de sufragar con responsabilidad quizá para muchos sea algo complicado para la forma en que yo lo veo.

Cuando escuché la frasecita esa, pensé que mi obligación era votar por un candidato, el que fuera, pero votar. Hace once años fue la primera elección en la cual participé. En ese momento en mi Estado, hubo elecciones similares a estas que se llevarán a cabo; renovar el congreso local y federal, elegir alcaldes y Gobernador. Pero ya llevaba la idea de votar por una de las opciones que tenía la boleta en aquel entonces. Lo hice. Estaba emocionado. Ya era ciudadano de “a deveras”. Pero, mucho o poco, según sea el caso, maduré. Fueron diez años de irme formando un criterio, y dentro de lo que cabe soy más consciente de las cosas que pasan. Poco a poco me he ido desilusionando de instituciones a las cuales creía honorables. Resumiendo, me he sentido defraudado por instituciones como el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Simple y sencillo. Y me he sentido defraudado, porque al principio creía en esas instituciones, tristemente así era. Pero como lo he escrito en otras ocasiones, tenemos el Gobierno que merecemos, porque no hemos sido capaces de hacer valer nuestro poder, el poder que hace que ellos, esos entes intocables, tengan más y más día con día.

En 1998, acudí a votar con la esperanza de que México fuera un mejor país si lo hacía. Cuan equivocado estaba. Los años han pasado y poco a poco me he dado cuenta que las cosas empeoran. Instituciones plagadas de personas incapaces de hacer las cosas bien y menos de decirnos la verdad.

Ahora bien. Los partidos políticos, vía sus candidatos, vienen a decirnos que van a cambiar el mundo, que van a hacer las cosas que sus antecesores no han hecho, y quien sabe cuántas cosas más. La situación es que, cuando llegan al poder comienzan a dar excusas de por qué no pueden hacer lo que prometieron, porque tal o cual institución obstruyen su trabajo, pero desde un principio ellos sabían que no tendrían la autoridad para hacerlo. Pero quienes son culpables, los votantes, por no estar informados, por no exigirles que digan verdades en sus campañas utópicas plagadas de falacias.

Vamos a las urnas, exijamos que este país sea mejor. Cada quien puede hacerlo de la manera que le plazca, eligiendo lo que cada uno quiera [votar por alguno, anular su voto, etc.] pero que se den cuanta esos mafiosos que ellos no tienen el poder, que ellos sólo han secuestrado al país y son responsables de una gran cantidad de problemas que ocurren.

Quizá podamos seguir tapándonos los ojos. Podemos seguir pensando que nada pasa. Sigamos escupiendo hacia arriba. Pero no nos quejemos de lo que pasa en el país. La decisión es tuya.