Esta noche me voy a la dormir
pensando en la primer iniciativa del presidente electo, una Comisión anticorrupción.
Y pues aun cuando sigo pensando que es choro de este cuate copetón, me queda la
preocupación de que se quiera educar a la “raza” al más puro estilo
paternalista-sobreprotector-represor de un régimen que yo creía que ya lo
habíamos superado.
No es mi idea polemizar si está
bien o está mal, pero, si existen miles de personas que venden su voluntad por
unos cuantos pesos o un hueso, ¿para qué se molesta el nuevo preciso en una
comisión?, total, que espere a las elecciones intermedias y desembolsa otros
cuantos pesitos y listo. Total, para qué molestar a los legisladores que están
tan a gusto haciéndose weyes en las cámaras.
Y yo que creía que al irme a
dormir se acabarían mis preocuáciones…