jueves, 28 de septiembre de 2006

¿Qué es lo que pasa en México?

En estos momentos, el país vive una intensa hola de violencia desatada entre bandas rivales del crimen organizado, crisis política desencadenada por las elecciones más cerradas en la historia, un conflicto “local” que proviene de disputas magisteriales por rezagos en ese ramo y una economía que solo es buena para los grandes inversionistas porque las familias de clase baja aumentan cada día más. El gobierno de la República ha dicho hasta el hartazgo que entregará un país en completa calma, con finanzas nunca antes vistas y con una gran seguridad. Pero, ¿a qué país se refieren estos cuates? Porque si me dicen que es uno de Europa, pues se las creemos, porque el nuestro, definitivamente no es. Cuando se daba el gran combate en contra de la delincuencia organizada, las bandas se fracturaron y comenzaron una especie de guerra de guerrillas para obtener el control de las zonas donde es mas rentable cometer los ilícitos, llámense fronteras o puntos de venta de droga, y que se salio del control gubernamental. La deserción y el dar de baja por distintas razones a policías y militares que se unen a las filas del hampa, genera que estas bandas de delincuentes sean mucho más eficaces en su manera de operar. Ahora bien, el 2 de Julio marco un la pauta para que aquellos que creen que las elecciones fueron fraudulentas, se tomaran muy en serio el derecho que tiene todo mexicano de manifestarse y por medio de la libertad de expresión que gozamos en este país se lanzaron consignas, insultos y una que otra mentirilla en contra del Presidente de la República y que afectaran a un chingo de gente al tomar por varios días vías importantísimas en la Ciudad de México. De aquí podemos sacar cosas buenas, cosas malas y cosas regulares, como en toda protesta. ¿Qué si tienen razón en ser radicales? Posiblemente, porque en un país dominado por la pereza a la hora de impartir justicia, que tiene un gobierno que ha servido de muy poco, pues si, si tienen razón. Pero, ¿qué tanta razón pudieran tener al confundir a mucha gente con el famoso “Presidente Legítimo” en que se convirtió su líder Andrés Manuel López Obrador? Muchas personas que ignoran o que las hacen creer que eso tiene validez jurídica, lo tomara muy en serio y pensara que todo esto es verdad. La cuestión en este asunto es, ¿que tanto podrán ganar con esta lucha? El caso Oaxaca, como se discute en la Nunciatura Presidencial, perdón, en la Secretaria de Gobernación, donde Monseñor Abascal, perdón nuevamente, el Secretario de Gobernación Carlos Abascal Carranza trata de minimizar todo acto de impunidad por parte de un grupo, se cuece aparte. Este caso se puede ver desde varias aristas y en todas hay diferentes puntos de enfoque. El derecho que tienen los maestros a pedir una rezonificación es muy justo, porque los salarios por parte de las personas encargadas de mantener la educación en el país lo ameritan. Pero que grupos radicales se inmiscuyan solo para crear una situación más tensa, eso si no se vale. Que si el gobernador se tiene que ir por ser un represor o sepa Dios que otras cosas, eso depende al Senado verlo, pero que estos grupos no traten de mermar la, de por si, degradada paz en ese estado. La economía, eso es uno de las grandes catástrofes en la historia moderna de esta país, pero para el Presidente que va saliendo, hay menos pobres que cuando entro (claro, se están muriendo de hambre), pero como no soy una persona que sepa mucho de ese tema, solo les digo que la violencia, los desacuerdos entre partidos y las carencias en sectores tan importantes como el educativo, no son otra cosa, sino un fiel retrato de la economía de esta gran Nación, la cual, si no hacemos algo por recuperarla, vamos a terminar muy mal. Así es amable lector, si no nos ponemos de acuerdo en como vamos a manejar las finanzas de esta Nación, nos vamos a ir al fondo de ese gran abismo de pobreza, violencia y desigualdad en el cual estamos cayendo y de ahí nadie nos va a sacar.

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