viernes, 2 de diciembre de 2011

Réquiem de mis últimas horas.


Repentinamente tuve la misma sensación de la noche anterior… traté de reaccionar, que ahora no me afectara, pero fue imposible, la música ya había entrado en mis oídos… sufrí el gozo de sentirme vivo y recé, lloré, reí, grité, callé, mentí, viví, todo, a un mismo tiempo. Ese día fue el más desconcertante y feliz que haya tenido. Un instante después, morí.

Suena la marcha, mí marcha fúnebre. Todos lloran a mí alrededor. Que pena no poder decirles, “señoras y señores, ahora soy feliz, ustedes vivan”.

2 comentarios:

Conchita Feminista dijo...

siempre a tiempo tu pensamiento, te quiero en la distancia.

Javier MMM dijo...

Hola bonita, que bueno que te agradó el post... y pues aquí sigo, escribiendo mientras la inspiración llegue...

Muchos besos tropicales desde este lado del país...

Abrazos apapachadores ;)