martes, 27 de octubre de 2015

Vientos huracanados.



Las cosas se pusieron tensas. Ante la gran cantidad de información, con tantas y tantas versiones diferentes, el huracán parecía ser el destructor de gran parte del pacífico central mexicano. Por fortuna, y a pesar de los detractores gubernamentales, no fue así. Una cortina de humo, un instrumento mediático y hasta un meteoro generado por máquinas bien chingonsotas de los gringos para apoyar al gobierno mexicano para aprobar leyes que benefician a los güeros (y negros, amarillos, azules que aquí no se discrimina por razones de color). Muchas fueron las hipótesis, pero lo mejor fue que la catástrofe profetizada no ocurrió.

Cuando apenas Colima se estremecía, unos por la decepción política, otros por la alegría política y la mayoría por el despilfarro de las nuevas elecciones que se llevarán a cabo después de la anulación de la elección anterior para gobernador, la resaca fue peor: un super huracán se enfilaba a costas colimenses. 

El meteoro que horas antes, al amanecer del jueves era una tormenta tropical, al pasar el medio día ya era un huracán, y para el final del día ya estaba tomando una fuerza nunca antes vista por la rapidez en que lo hizo. En 1959 un huracán azotó las costas colimenses, siendo tristemente recordado como un meteoro que causo muchas muertes en el municipio de Minatitlán. Todos los habitantes de aquella época, que a la fecha viven, lo recuerdan con gran respeto, porque uno nunca dimensiona el peligro de un evento de esta magnitud. Es por esta razón que, en esta ocasión, las pérdidas de vidas fueron (hasta el momento), nulas. La población dimensionamos lo que ya había ocurrido y preferimos resguardarnos. Ya las voces que culpen la ingenuidad de la población o el abuso de información gubernamental para beneficiarse, se harán oír muchos días. Ellos sabrán.

Lo importante es que a pesar de que a muchos les duela el que no hubiera cientos de muertes, porque así lo sugirió el gobierno, el saldo fue material. Los daños millonarios causados en detrimento de la economía de muchas familias, son la muestra de que si fue destructivo y causó muchas pérdidas. Pero bueno, hay quienes hubieran querido ver mucha sangre regada, o al menos eso aparentan decir.

martes, 13 de octubre de 2015

Salida silenciosa



Cuando Vanesa dio vuelta en la esquina, se percató que estaba sola. No había gente en la calle, apenas dos o tres perros se escuchaban en distintas direcciones, y alejándose. Sintió miedo.

Unas horas antes, después de discutir con su novio, Rubén, salió del departamento que compartían y se echó a caminar sin rumbo, tratando de despejar su mente, para no caer en ese círculo de desgaste de una discusión sin sentido. Prefería darse un espacio antes de continuar una plática que podría llevar horas, y le gustaba hacerlo relajada.

Unas cuadras antes, cuando ya llevaba un par de kilómetros recorridos, deseó con todas sus fuerzas desaparecer, ser invisible y perderse en sí misma. Esta ocasión las cosas habían salido de todo control. Los dos gritaron, patalearon, manosearon y en un punto tenso, se encararon. Un mal entendido que en cualquier otro momento de la relación hubiera sido resuelto con una simple disculpa o un fuerte abrazo acompañado de un beso. Pero la fuerza de la costumbre había llegado a su hogar, que simplemente se había degradado a una estancia compartida.

Rubén cada día trabajaba más horas, preparándose económicamente para el gran día, como él lo llamaba. Le pediría a Vanesa que se casara con él y para eso quería tener una posición relajada. Soñaba con una casa adecuada para formar una familia, perro y auto. La utopía de una familia de película. Pero en el día a día se vio inmerso cada vez más en su trabajo, hasta que el gusto por estar mejor profesionalmente, lo estaba llevando a dejar de lado el objetivo por el cual había iniciado.

Vanesa por su lado, al pasar cada día más tardes a solas, decidió entrar a estudiar. Su sueldo no era mucho, pero le daba para tomar clases de cocina en una modesta academia a unas calles de su departamento. Y de esa manera descubrió que había más cosas en que entusiasmarse que la monotonía de esperar a Rubén y pasar el resto del día viendo televisión. Había muchas actividades que ella quería aprovechar.

Los dos preferían, tácitamente, no estar juntos. Los dos ya habían descubierto nuevas metas personales, a solas, o mejor dicho, separados.

Días después, al despertar, sintió el mismo miedo que le provocó aquella calle desierta. Rubén dormía plácidamente a su lado. Ella no descansaba, trataba de dispersar la telaraña de ideas que en ese justo momento abarrotaban su mente y que la estuvieron abrumando durante semanas. Toda decisión lleva su parte de riesgo, se decía, tratando de ocultar el sentimiento que la asaltaba.

Al despertar Rubén, ella ya se había ido. El departamento parecía más solo que de costumbre y no era para menos, el armario estaba casi vacío, Vanesa se había llevado toda su ropa; el buró estaba con las pocas pertenencias con que contaba él. Se talló los ojos, se rascó la cabeza y se levantó pesadamente, no quería pensar. Desganado, entró a la regadera y tomó un largo baño. El ritual fue lo más normal, lo más cotidiano posible, aun cuando sabía que ella no regresaría. Él lo supo un par de semanas atrás y no le dio importancia, como si prefiriera que ella diera el primer paso y saberse inocente de cualquier reproche, él no era para dar explicaciones. Mientras se vestía, llamó por teléfono a la cafetería y encargó el especial del día. Hizo un par de llamadas más antes de él también irse.

Al salir, tomó sus maletas, aventó el juego de llaves en el sofá, puso el seguro a la puerta y cerró.

P.D.: ninguno de los dos fue malo o bueno, en su relación no valía la culpabilidad. Simplemente ya no estuvieron conformes con su vida juntos. En ocasiones un buen silencio, retirarse a tiempo, es la mejor manera de enfrentar las diferencias.

martes, 6 de octubre de 2015

Mi experiencia con la "Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma": ASMR.



Uno de los recuerdos más arraigados que tengo de mi abuela materna, es verla planchar en su cuarto casi a diario. Y de esas tardes, recuerdo poco, que mi tía se ponía a platicar con la abuela de cosas que, mmm, la verdad no sé, porque lo hacían susurrando, para que no me enterará de cosas que no debía. Chismes quizás. La cuestión es, que hasta hace poco me enteré qué era lo que cada tarde de planchado, me tenía ahí, sin otro afán que escuchar y relajarme con los susurros. Yo tenía alrededor de seis años.

Hace unos meses, de esas noches en las que te caes de sueño, después de haber leído alrededor de una hora, me disponía a acostarme y descansar. Era casi la una de la mañana. Me lavé los dientes, programé el encendido de la televisión y la alarma de mi teléfono, por aquello de no despertarme a la hora y me acosté. Me recosté en mi costado izquierdo, luego del derecho, boca arriba, boca abajo, de nuevo en mi costado… y así durante los siguientes veinte minutos aproximadamente. Nada, ese sueño que sentía minutos atrás había huido. Oficialmente tenía insomnio.

Fue entonces que encendí mi computadora y busqué en youtube “música para descansar”, “música para dormir” y ¡tómala!, la frase que nunca hubiera imaginado que me llevaría a encontrar lo que me transportaría a mi infancia: “sonidos para relajar”. Entre videos que reproducen los sonidos de ríos, viento, aves y muchos más, comencé a buscar entre lo que me llevaría a encontrarme sueño a sueño con Morfeo. Hasta que vi algo que llamó mi atención: “ASMR en español -uñas (nails)”. Entre que ya no sabía que me pudiera relajar, di clic en ese video, comencé a escucharlo, e inmediatamente comencé a sentir ese cosquilleo que tenía años sin experimentar: ASMR.

Esa noche, después de escuchar por unos cuantos minutos el video, me quedé profundamente dormido. Pero, a la mañana siguiente, comencé a recordar esas sensaciones que tenía cuando niño, y me puse a investigar que es el ASMR. No pretendo explicar en este momento qué es, pero les dejaré algunas ligas para que lo vean. Sólo les comentaré que, lo que yo experimento, es un cosquilleo en la parte posterior de la cabeza, causada por escuchar susurros, agua cayendo en algún recipiente, el sonido del papel siendo cortado lentamente con tijeras… cosas por el estilo. Es simplemente relajante.

Hasta que comencé a escuchar estos videos, creí que era el único “loco” que tenía estás sensaciones, pero, me sorprende la cantidad de personas en el mundo que estamos suscritas a canales de personas que “te susurran al oído”. Mis favoritos son, por ser la primera que escuché y es con quien descubrí este mundo, HellSusurros, también está Susurrosdelsurr, NekoASMR, ASMR Chile y de México Coco Whispers, entre muchos más.

Personas cercanas me han comentado que les desesperan los videos, que les dan weba, que los aburren, en fin, que no les gusta. Lo que les digo es, que lástima que no pueden sentir esto, porque describirlo se vuelve algo difícil. Si tú, lector de esta atalaya de la desinformación eres uno de los que gozamos de esta actividad cerebral, pues que chido, sigamos disfrutando; si no sabes ni de lo que hablo, te invito a escuchar a alguno de los canales que te he puesto, espero puedas vivir esta sensación y disfrutes la experiencia del ASMR.