Mientras uno de los temas que más atraen al planeta entero es el comienzo de la justa olímpica, resulta que en México estamos preocupados por la inseguridad creciente que estamos viviendo. Después de muchos años en los cuales se debió de haber discutido el tema de la cadena perpetua en el país, no fue hasta que el hijo de un importantísimo empresario mexicano fue asesinado por sus secuestradores.
Se ha dado la información de que en la actualidad existen alrededor de 109 personas secuestradas, y como dicen los que saben, esa cifra debe de ser multiplicada por tres debido a los casos que no se denuncian. Pero a manera de referencia, digamos que en la actualidad existen 120 personas secuestradas en el país. 120 personas de las cuales muchas han sido asesinadas por sus captores, porque los familiares no pudieron pagar el rescate. ¿Y en esos casos quién ha dicho esa voz es mía?
La familia Martí debe de estar pasando uno de los episodios más desgarrantes de sus vidas. Secuestraron y asesinaron a un miembro de la familia. Pero lo que me causa coraje es, que hasta que una familia conocida por casi todo el país (por la marca de artículos que llevan ese apellido) es presa de la delincuencia el Gobierno actúa. De las víctimas anteriores nadie alzó la voz y repudiar el hecho, porque resulta que nadie las conocía. El Gobierno de Calderón, y él en persona, se ha consternado por la muerte del joven Fernando Martí, pero nunca se dio a la tarea de preocuparse, vamos, siquiera de hacer un llamado de la manera en que lo hizo con este caso, para que esos asuntos de la misma índole que han ocurrido a lo largo y ancho del país se solucionen.
Y aún siguen diciendo que no existen en México ciudadanos de primera, segunda y hasta tercera clase. Las familias que han sufrido este tipo de delitos han sido laceradas de la misma manera que la familia Martí, pero nadie habló por ellas, nadie trato siquiera de reconfortarlas, nadie quizá les haga justicia. Pero el Presidente sigue vanagloriándose con una propuesta que llega tarde, porque esto se debió de discutir hace muchos años.
No se si la cadena perpetua sea castigo suficiente. Pero no lo creo posible. Porque mientras en México exista ese sistema penitenciario corrompido, el delincuente no purgará nuca por el o los delitos cometidos, porque estará ingresando en el submundo de la impunidad y la ley del más fuerte.
Tristemente esta es la realidad. Tristemente es lo que le pasa a México.
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