domingo, 7 de junio de 2009

Cuatro semanas

Analicemos la situación actual del país. Y vamos analizándola desde el punto de vista de las próximas elecciones, a las que justo dentro cuatro semanas iremos a sufragar con responsabilidad. Esto de sufragar con responsabilidad quizá para muchos sea algo complicado para la forma en que yo lo veo.

Cuando escuché la frasecita esa, pensé que mi obligación era votar por un candidato, el que fuera, pero votar. Hace once años fue la primera elección en la cual participé. En ese momento en mi Estado, hubo elecciones similares a estas que se llevarán a cabo; renovar el congreso local y federal, elegir alcaldes y Gobernador. Pero ya llevaba la idea de votar por una de las opciones que tenía la boleta en aquel entonces. Lo hice. Estaba emocionado. Ya era ciudadano de “a deveras”. Pero, mucho o poco, según sea el caso, maduré. Fueron diez años de irme formando un criterio, y dentro de lo que cabe soy más consciente de las cosas que pasan. Poco a poco me he ido desilusionando de instituciones a las cuales creía honorables. Resumiendo, me he sentido defraudado por instituciones como el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial. Simple y sencillo. Y me he sentido defraudado, porque al principio creía en esas instituciones, tristemente así era. Pero como lo he escrito en otras ocasiones, tenemos el Gobierno que merecemos, porque no hemos sido capaces de hacer valer nuestro poder, el poder que hace que ellos, esos entes intocables, tengan más y más día con día.

En 1998, acudí a votar con la esperanza de que México fuera un mejor país si lo hacía. Cuan equivocado estaba. Los años han pasado y poco a poco me he dado cuenta que las cosas empeoran. Instituciones plagadas de personas incapaces de hacer las cosas bien y menos de decirnos la verdad.

Ahora bien. Los partidos políticos, vía sus candidatos, vienen a decirnos que van a cambiar el mundo, que van a hacer las cosas que sus antecesores no han hecho, y quien sabe cuántas cosas más. La situación es que, cuando llegan al poder comienzan a dar excusas de por qué no pueden hacer lo que prometieron, porque tal o cual institución obstruyen su trabajo, pero desde un principio ellos sabían que no tendrían la autoridad para hacerlo. Pero quienes son culpables, los votantes, por no estar informados, por no exigirles que digan verdades en sus campañas utópicas plagadas de falacias.

Vamos a las urnas, exijamos que este país sea mejor. Cada quien puede hacerlo de la manera que le plazca, eligiendo lo que cada uno quiera [votar por alguno, anular su voto, etc.] pero que se den cuanta esos mafiosos que ellos no tienen el poder, que ellos sólo han secuestrado al país y son responsables de una gran cantidad de problemas que ocurren.

Quizá podamos seguir tapándonos los ojos. Podemos seguir pensando que nada pasa. Sigamos escupiendo hacia arriba. Pero no nos quejemos de lo que pasa en el país. La decisión es tuya.

No hay comentarios.: