La vida del desagrado, con las constantes vejaciones interiores, van mermando mis ganas de seguir...
Arbitrarias verdades, me sonríen, tratando de seducir mi lacónica existencia y haciéndome envidiar la vida de otros...
Pero sigo firme, atento a mi destino y probando múltiples factores que viciarán mi existencia en grandes malestares existenciales...
Pero sigo de pie, como un roble...... al fin de cuentas, los árboles mueren de pie.
1 comentario:
¡Sigue! =)
Es muy grande esa última frase.
Saludos.
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