miércoles, 25 de octubre de 2006

Abatimiento

Los restos del gran amor que solíamos tener
se mantienen inertes.

Las ruinas en que ahora
mi alma se encuentra
claman, hondo
ser restauradas.

Olor de muerte
candor de hielo
son sensaciones extrañas
señales que me indican
que poco a poco
voy entrando al inicio del fin.

Rarezas, intrigas, promesas
todo esto se puede demostrar
en una sutil caricia llamada beso.

Antes de que un nuevo día llegue
tendré que satisfacer mi hambre
resanar las grietas
provocar impulsos yertos
y renovar los latidos de mi corazón.

Renacer en llanto
superar el olvido
provocar el delirio
y revivir en tu cuerpo
para eso, para eso escribo.

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