viernes, 26 de enero de 2007

La Petatera…. Mi orgullo de ser de Villa de Álvarez, Colima. (Segunda Parte)

Ahora toca hablar de cabalgatas, recibimientos y corridas formales. En fin. Todo lo que, además de su gente, hace grande esta tradición.

Comencemos por las cabalgatas. El recorrido se hace partiendo desde el centro de la Ciudad de Colima y dura aproximadamente una hora. El contingente va encabezado por el zarzo adornado con motivos de las fiestas. Seguido de va un peculiar dúo que toca la chirimía. Un clarín pequeñito acompañado de un tambor los cuales entonan canciones de moda a su más puro estilo. Atrás va la banda de música animando a la gente que sale al paso de la cabalgata y a los dos que vienen atrás. Esos gigantes llamados ‘mojigangos’ o ‘monos’ que caracterizan a una persona notable del municipio, el estado o el país. A pesar de la creencia de muchos, el ser representado en un mojigango es un gran orgullo para dicha persona, pues se le hace un homenaje, al más puro estilo de la villa, a su trayectoria en el mundo de las artes, el cine, en fin, tantas áreas de la vida cotidiana, o como ha sido en algunos casos, ser impulsor de las fiestas. Estos gigantes, son bailados majestuosamente por personas muy ligadas a las fiestas, ya sea que hacen tablado y son de la gente que construye los corrales de la plaza. Detrás viene el contingente a caballo. Charros, escaramuzas, vaqueros y uno que otro montando un burro.

En sus mejores días, los de a caballo, pueden llegar a formar un contingente de hasta 1 kilómetro. Este convite termina en la plaza de toros donde se efectúa el tradicional toro de once. Cabe aclarar que el toro de once es llamado así debido a que anteriormente se efectuaba a las once de la mañana, pero con el pasar de los años se ha ido recorriendo la hora hasta llegar a realizarse a la una de la tarde. El toro de once es un jaripeo donde el ganadero ofrece sus toros mansos para que los espontáneos prueben suerte en la monta. El ruedo puede llegar a alojar hasta casi 100 caballos y todo es más que nada, un jaripeo de relajo. Pero, ahora debe de haber una duda por parte de algunos que estén leyendo, ¿quién pone los toros? Los toros los pones ganaderos de la región para que la fiesta se pueda realizar. Saliendo del toro de once, se ofrece un recibimiento, en la terraza casino, por parte de algunos de los presidentes municipales del estado o por algunas organizaciones. En este recibimiento, se puede comer, bailar y claro, tomarse unas cervecitas. La música corre a cargo de la famosa orquesta del Colorado Naranjo que año con año acude a estás fiestas sin cobrar un solo peso. El recibimiento termina cuando van a comenzar los toros de la tarde. Esto es a las 4:30 pm. Por la tarde el jaripeo se torna más serio. Los jinetes que montan son más experimentados y por supuesto, los toros son mucho más bravíos. Hay solo 8 o 10 jinetes a caballo que exclusivamente entran a lazar. También hay tres o cuatro toreros que se dedican a corretear s los toros para darles algunos pases y si bien les va, arrancar los aplausos de la audiencia. El marco lo cierra una cuadrilla muy divertida. El payaso “Porrillas” y sus payasos que dan el toque de un rodeo al más puro estilo mexicano.

Pero no solo son jaripeos. No. Durante las fiestas, hay dos o tres “corridas formales”, en las cuales se lidian toros de ganaderías reconocidas a nivel nacional. Aquí en La Petatera han toreado matadores y rejoneadores de renombre como: Eloy Cavazos, Eulalio López “El Zotoluco”, Manolo Arruza, Rafael Ortega, Pablo Hermoso de Mendoza entre muchos otros. También se ha engalanado con la presencia de hermosas y valientes mujeres como: la legendaria Conchita Cintrón, Karla Sánchez, Cristina Sánchez.

En La Petatera también hay eventos musicales y espectáculos ecuestres. Se han presentado artistas como: Antonio Aguilar, Joan Sebastián, Pepe Aguilar, Banda El Recodo y muchos otros artistas y agrupaciones que son del gusto del público.

Esta fiesta es de Villa de Álvarez para el mundo. Me quedo corto en estás pocas líneas para expresar lo que en realidad es esta tradición. Los invito a que asistan. Este año serán del 9 al 26 de Febrero. No se arrepentirán de ser participes de esta tradición que en este 2007 cumple 150 años.
En la tercera parte de esta reseña, les contaré la razón del por qué quiero esta fiesta y de quien me inculco el amor por La Petatera.