Sólo en México pudiera pasar. País en donde los odiados enemigos terminan intercambiando alfiles en aras de obtener mejores resultados, pero que en el fondo, la ética personal quedan de lado.
Sólo en México, en donde los jugadores de America y Chivas son intercambiados a diestra y siniestra, quedando en ese justo momento de lado una “rivalidad a muerte”.
Sólo en México, en donde los políticos van y vienen entre partidos, no importa que años, meses, atrás, hayan despotricado en contra del que en estos momentos les de comer.
Pero no sólo en México [como una generalización] sucede. También en Colima, porque a pesar de que los noticiarios hablan de este estado por circunstancias ajenas a las placenteras, suceden el tipo de situaciones a las que me refiero.
En un episodio más de esa churronovela, protagonizada por los dos diarios de mayor circulación en el estado, siguen dándose de trompadas con verdadera pena ajena. Hace unos mese publiqué en este espacio que ya no leería a esos diarios [dudo que en caso de haberlo sabido temblaran por mi negativa a seguirlos], porque pensé que la manera en que sus editores y periodistas se agreden en un espectáculo ‘pior’ que el de Niurka, y sería hasta que uno de los dos saliera llorando. Y así lo creí cuando nuevamente regresé a las lecturas de ambos periódicos. Las primeras semanas todo parecía bien, pensé en una especie de estupidez foxiana que me encontraba en ese maravilloso mundo en le que las acusaciones, si se hacían, serian con fundamentos y no sólo serian chismes. Pero oh tonto de mí, que en mi afán por creer que Colima sería por fin tierra de opiniones serias y justificadas con pruebas veraces, descubro que no es cierto. Foxilandia no existe.
Y por qué digo que sólo en Colima. Porque me topo con una columna en el ‘ecos’ de alguien que, por más que me repetía en mi cabezita no sucederá, pensé nunca escribiría ahí. Pero lamentablemente equivoqué, otra vez.
El que no hace mucho tiempo fuera alto funcionario del ‘diario’, ahora cobra su nómina en el ‘ecos’. Me refiero a Esteban Cortés Rojas, ese que ahora dice que el “padrino” [como ahora se autonombra Héctor Sánchez de la Madrid], es una suerte de mediocre mentiroso y que no le creamos nadita de nada, porque si lo hacemos nos vamos al infierno. Y será el sereno, pero seguramente fue mucha la rabia que le daba a Esteban por trabajar en el ‘diario’ que salió huyendo del rotativo y fue a caer en el Instituto Colimense de Radio y Televisión. Ese ente televisivo que no ha aprendido a producir eventos y cree que los programas de televisión los veremos por la radio.
Y quizá Cortés Rojas tenga muy sobradas razones para decir eso del más malo de malolandia, el “padrino” Sánchez [al menos así es para Adalberto Carbajal]. Y lo supongo pues el sabe de primera mano las cosas lúgubres acontecidas en la casona del terror de la glorieta, porque de otro modo dudo, que se atreva a aseverar tales cosas sin tener pruebas de ello.
Acabo de mencionar a Adal, y no ese patético duendecillo que sale en la tele diciéndonos que nada nos puede pasar con la crisis, que podemos sortearla estando juntos, no. Ese no. Este es de apellido Carbajal, ese que se la pasa criticando y acusando al ‘diario’ de un motón de cosas para las cuales, al igual que el super “padrino” Sánchez, nunca dicen cuales son las pruebas ante tales acusaciones.
Por así decirlo, estamos en una especie de pirinola periodística, en la cual hay acusaciones en que unos ponen, todos ponen, pero nunca dejan nada. Nada de evidencias fehacientes de que Moreno Peña es corrupto [cosa que está por demás discutirlo, lo evidente me da flojera discutirlo], o que en el ‘ecos’ todos están del lado del gober [nuevamente me abstengo de discutir el punto].
Pues venga esa chela para disfrutar el final de la moconovela. Y si es como el final de todas, en donde el malo siempre se muere, ¿quién morirá en esta? Lo único que deberían de hacer es decir las cosas con pruebas, y ya que son MEDIOS DE COMUNICACIÓN y que nos deben un respeto por leerlos, nos las hagan saber. Si tienen pruebas de corrupcion en ambos casos, denuncien a quienes han, o siguen infringiendo la ley o en algunos casos la ética periódistica. O ya de plano cítense a la salida, se agarran a trancazos y nadie sigue fumándose sus interminables y ya patéticos pleitos.
Nota: las cosas escritas en este post, son apreciaciones de quien escribe y de ninguna manera critico cuestiones personales, sino únicamente a lo que leo en los dos rotativos y que hacen alusión al trabajo de cada uno de quien escribo. No conozco a ninguno personalmente, sólo de vista, así que espero la comprensión de quienes estén relacionados con dichas personas. Vengan pues, las críticas, correcciones y aportaciones que son bienvenida en este espacio.