lunes, 27 de abril de 2009

La epidemia que llegó...

Nunca había sentido este temor. En películas he visto casos similares, la vida real me da antecedentes de ébola, fiebre amarilla, sida y demás pandemias. Más recientemente el mal de ‘las vacas locas’, la gripe aviar. Pero habían sido casos ficticios en el caso del cine o que se habían presentado en otros países. Ahora le tocó al nuestro, en especial a la Ciudad de México y el Estado de México, así como Sal Luis Potosí y Aguascalientes. ¿Verdad o mentira?


Veamos los dos casos. Comencemos por la parte mala, la mentira, como algunas personas creen que es.

Si bien, no sería un consuelo que así fuera, pudiéramos estar frente a uno de los más grandes engaños de la humanidad. La situación económica actual tiene en jaque a casi el planeta entero. Una cortina de humo de estas proporciones desvía las miradas de todos hacía un mal ‘inventado’; de esta manera los gobiernos pudieran tener acceso a dinero fácil como el que acaba de prestar en Banco Mundial. Hacienda liberó recursos para poder contener esta epidemia. Un decreto firmado el día de ayer por el Presidente de la República determina que ‘agilizarán’ las adquisiciones “a nivel nacional o internacional, de equipo médico, agentes de diagnóstico, material quirúrgico y de curación y productos higiénicos, así como todo tipo de mercancías, objetos, bienes y servicios que resulten necesarios para hacer frente a la contingencia, sin necesidad de agotar el procedimiento de licitación pública, por las cantidades o conceptos necesarios para afrontarla. Importar y autorizar la importación de los bienes y servicios citados en el inciso anterior, sin necesidad de agotar trámite administrativo alguno, por las cantidades o conceptos necesarios para afrontar la contingencia objeto de este decreto.”[1]. De esta manera se tiene manos libre para utilizar recursos sin que se tengan que cubrir los mecanismos de ‘transparencia’ usados normalmente. Si pensamos muy mal, de esta manera se podría estar hablando de un posible saqueo de manera indiscriminado. Esto, viendo el punto de vista de algunas personas han comentado.



Ahora veamos el caso contrario. Cuando todo es verdad. El peor de los dos casos.

La magnitud de esta epidemia puede traer consecuencias catastróficas para el mundo entero. Por el momento, lo que me ha tocado vivir, es un aire de incertidumbre por parte de la población del Distrito Federal. Las personas se han volcado a las farmacias hasta agotar los antivirales que previenen o atacan la enfermedad y que son de venta comercial; la mayoría han sido absorbidos por el Gobierno Federal mediante la Secretaría de Salud, para poder enfrentar el problema en los hospitales. El movimiento en las calles de la ciudad es desolador, tomando en cuenta la cantidad de personas que se mueven de un lado a otro. Por decreto, centros de recreación, bares, restaurantes, discotecas y hasta cines y teatros deben de cerrar sus puertas. La epidemia llegó.

Si bien el día de hoy se verá más afectada la población, debido a que desde guarderías hasta universidades públicas y privadas permanecerán cerradas, las medidas no deben de tomarse a la ligera, pues, si en este momento nos están informando que van 103 decesos [hasta esta hora que escribo – 2:00a.m.], imaginen todo lo que no se ha dicho. Las autoridades, siempre en franca responsabilidad según ellos, nos ocultan información de desastres sólo para que ‘sus números’ no manchen su desarrollo institucional. Creo alarmante este tipo de enfermedad, por su manera de transmisión, en una ciudad como esta, tan sobrepoblada.
Hubiera querido hablar del puente que se acerca y que en el DF no se sentirá, pues si la cosa sigue evolucionando de la manera en que lo ha hecho en las últimas horas, los servicios de transporte [metro, metrobus, peceros, camiones, microbuses, tren ligero, metro] dejaran de funcionar para de esta manera, poder prevenir aún más los contagios. Y sin transporte, ¿a dónde puede ir uno? Por el momento la salidas de aviones y camiones se han mantenido, con sus debidas reservas, pero no quiero ni pensar en que pasaría si no se puede hacer un cerco sanitario adecuado para estos momentos; la OMS ya sugirió que en estos momentos no es adecuada una cuarentena para la ciudad entera, pero el antecedente de aislar a la ciudad completa está en la mente de los expertos.

En lo particular dudo que esto sea una cortina de humo, pues que se están alterando ciertas cosas y eventos, como “la clausura de las actividades de la Feria Nacional de San Marcos, luego de confirmar la muerte de dos personas por la influenza porcina en el estado.” Los casos se multiplican, “En San Luis Potosí se duplicaron los fallecimientos por influenza porcina, al pasar de cinco reportados el sábado a 10 hoy”[2]. Y podría seguir citando notas de los distintos diarios, pero todas van en el mismo sentido, esto se está extendiendo.

Por lo pronto puedo asegurar que me siento bien físicamente, pero con miedo, porque de cualquier manera, es algo muy grave lo que está pasando. Los contagios siguen brotando en varios estados y la diseminación es latente para todo el país.

Les deseo lo mejor y cuídense mucho.

Fuentes.
[1].- http://www.eluniversal.com.mx/noticias.html
[2].- http://www.jornada.unam.mx/ultimas/
3.-http://www.milenio.com/

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