El día de hoy alguien me dijo, “ya vienen las fiestas de Cuauhtemoc y la feria de Colima”, pero lo singular de esta frase es lo que no les puedo reproducir por este medio, la emoción con que lo manifestó. Mi pregunta obligada fue, ¿y por qué tanta emoción? Algunos se preguntarán a su vez, ¿qué este wey no se emociona por eso? Así es que vamos por partes.
Las fiestas de Cuauhtemoc ya no son las mismas que hace 10 años, debido al aumento de pleitos y accidentes de auto en los que se han visto inmersas estas fiesta patronales, que muchos sólo van a tragar alcohol como si se fuera a acabar y ni siquiera saben que son en honor de San Rafael, pero ese no es el punto. Antes eran otra cosa, una de las más importantes es que me emocionaba que llegaran al igual que los que hoy tienen 23 o 24 años pero con la diferencia que en que por aquellas épocas tenía yo 16 que 17 años, y otra es que el consumo de alcohol no era tan elevado como el día de hoy. La feria de Colima es otro de los festejos que se vienen dando año con año desde hace… desde hace un buen, y que desde hace algunos años se ha convertido en pan con lo mismo año con año. Ver a las mismas personas, con los mismos acompañantes, bebiendo alcohol como descocidos, en fin, un vil desmadre que se prolonga durante un mes juntando los dos festejos.
Y el tomarnos una chelas, güisquis, branys, vodkas y ese tipo de bebidas refrescantes no tiene nada de malo [claro que si les preguntas a sus papás, mamás, amasi@s, novi@s o espos@s no les parecerá de esa manera], pero lo malo es que a causa del alcohol salgan los gallitas y últimamente gallitas de pelea a querer defender causas perdidas o peor aún, que salgan los corredores de formula uno que utilizan las formidables carreteras o avenidas para hacer sus pininos en eso de la velocidad. Creo yo que es alarmante, no la cantidad de alcohol que se consume, sino el grado de irresponsabilidad que se tiene por parte de, en primera instancia, los bebedores, y también de los padres que le sueltan camionetas y coches que corren a madres a mendigos chilpallates que apenas se saben asear el trasero [no puse limpiar el culo porque se leería un poco soez].
Que si en Colima se consume proporcionalmente más alcohol por número de habitantes que en otros estados, eso no es lo verdaderamente alarmante, lo que si es de preocupar es el alza en los accidentes fatales que han ocurrido, y que sin duda seguirán ocurriendo, por la negligencia de jóvenes y en ocasiones no tan jóvenes al frente de un automotor.
Me gusta tomar, si. Pero creo que muchos de los que leemos esto hemos sabido o hemos sido participes de alguna desgracia a causa del alcohol. No es un foro o un post de superación personal y esas madres. Creo que en realidad debemos de hacer conciencia de lo que pasa en nuestra entidad y que debemos asumir la responsabilidad que tenemos.
Esa es la razón por la cual no me emociona mucho el que vengan las fiestas de Cuauhtemoc o la feria de Colima. Posiblemente esté presente en esos dos festejos, pero creo que al igual que todos, tendré que responsabilizarme de lo que hago.
Y pues, para los que se vayan a ir de peda este fin, cuídense… ah, y saluuuud!!!
Las fiestas de Cuauhtemoc ya no son las mismas que hace 10 años, debido al aumento de pleitos y accidentes de auto en los que se han visto inmersas estas fiesta patronales, que muchos sólo van a tragar alcohol como si se fuera a acabar y ni siquiera saben que son en honor de San Rafael, pero ese no es el punto. Antes eran otra cosa, una de las más importantes es que me emocionaba que llegaran al igual que los que hoy tienen 23 o 24 años pero con la diferencia que en que por aquellas épocas tenía yo 16 que 17 años, y otra es que el consumo de alcohol no era tan elevado como el día de hoy. La feria de Colima es otro de los festejos que se vienen dando año con año desde hace… desde hace un buen, y que desde hace algunos años se ha convertido en pan con lo mismo año con año. Ver a las mismas personas, con los mismos acompañantes, bebiendo alcohol como descocidos, en fin, un vil desmadre que se prolonga durante un mes juntando los dos festejos.
Y el tomarnos una chelas, güisquis, branys, vodkas y ese tipo de bebidas refrescantes no tiene nada de malo [claro que si les preguntas a sus papás, mamás, amasi@s, novi@s o espos@s no les parecerá de esa manera], pero lo malo es que a causa del alcohol salgan los gallitas y últimamente gallitas de pelea a querer defender causas perdidas o peor aún, que salgan los corredores de formula uno que utilizan las formidables carreteras o avenidas para hacer sus pininos en eso de la velocidad. Creo yo que es alarmante, no la cantidad de alcohol que se consume, sino el grado de irresponsabilidad que se tiene por parte de, en primera instancia, los bebedores, y también de los padres que le sueltan camionetas y coches que corren a madres a mendigos chilpallates que apenas se saben asear el trasero [no puse limpiar el culo porque se leería un poco soez].
Que si en Colima se consume proporcionalmente más alcohol por número de habitantes que en otros estados, eso no es lo verdaderamente alarmante, lo que si es de preocupar es el alza en los accidentes fatales que han ocurrido, y que sin duda seguirán ocurriendo, por la negligencia de jóvenes y en ocasiones no tan jóvenes al frente de un automotor.
Me gusta tomar, si. Pero creo que muchos de los que leemos esto hemos sabido o hemos sido participes de alguna desgracia a causa del alcohol. No es un foro o un post de superación personal y esas madres. Creo que en realidad debemos de hacer conciencia de lo que pasa en nuestra entidad y que debemos asumir la responsabilidad que tenemos.
Esa es la razón por la cual no me emociona mucho el que vengan las fiestas de Cuauhtemoc o la feria de Colima. Posiblemente esté presente en esos dos festejos, pero creo que al igual que todos, tendré que responsabilizarme de lo que hago.
Y pues, para los que se vayan a ir de peda este fin, cuídense… ah, y saluuuud!!!
1 comentario:
a mí las fiestas de cuauhtémoc no me gustan matarilerileró... pero la feria sí, aunque el año pasado estuvo bien fea y aburrida... a ver este año qué tal pinta. Saludos!
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