Mientras Alonso trataba de ordenar sus ideas, la tristeza le embargaba. No podía entender la forma en que Regina había actuado.
"¿Por qué actua de esa manera?", se decía, se reclamaba. Pero él mejor que nadie sabía que no tenía culpa alguna de todo lo sucedido.
Él lloraba.
1 comentario:
Triste y lamentable él estado de Alonso. Uno de los tantos hombres engañados.
Saludos.
Eduardo.
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