¿Dónde te agarró el temblor?

Fue exactamente hace veintidós años. A las 7.19 de la mañana en que mi abuelita me amarraba los cabetes [ataba las agujetas] cuando comenzó el temblor. ¡Estaba emocionado! Nunca había sentido uno, fue una experiencia chistosisima. Recuerdo que estabamos en el cuarto de mis abuelos cuando comenzó. Mi abuelo gritó “¡¡¡salgansé, está temblando!!!”. Pues va, mi abuela me jaló del brazo y a correr al patio, y a treparme a uno de los dos pinos que hay ahí. No puedo describir la sensación, pero fue algo muy divertido, yo no paraba de reír y mi abuela no dejaba de rezar [quienes hayan sentido un temblor, sabrán de que les hablo y para los de Colima es normal]. Claro que no recuerdo exactamente como pasó, pues tenía cuatro años en aquel entonces, pero si recuerdo momentos específicos, como cuando mi abuelo salió corriendo de la cocina para encontrarnos en el patio. Después de que paró el movimiento mi abuelo debió de haber ido por mis hermanos a la escuela y mientras mi abuelita debió marcar el número telefónico de mi tía Alicia que vive en el DF. Pasaron muchas cosas después de eso.

Me alegré enormemente porque no iría al kinder ese día pero a la vez me desilusioné, porque en la televisión, primero no había señal y después puras noticias. A esa edad creo que el que se mueva la tierra y sepulte a un montón de gente en un hospital a un chingo de distancia, no es importante. Las caricaturas es lo que cuenta.

Muchos debemos de tener historias diferentes, pero el común denominador entre mis contemporáneos fue el que a pesar de que ya no habría clases, no podíamos salir a la calle [estaba claro que no me quería quedar a ver noticias]. Algunos tendrán historias de tragedia pero la lección nos fue dada. En fin, sólo nos queda recordar esos momentos de temblor y saber que en cualquier momento puede volver a suceder, sólo recuerden el 21 de Enero de 2003 aquí en Colima.

Y a ti, ¿dónde te agarró el temblor?