Dentro del va y viene político que mueve esta gran maquinara llamada México, en los últimos días se han suscitado algunos acontecimientos dignos de comentar. Hay dos importantes reformas que se deben de hacer en estos momentos en el país y que desde hace mucho se deberían de haber hecho: la fiscal y la electoral.
Pues bien, en esta última se han tocado intereses que desde hace muchos, muuuuuuuuuuuuuuchos años habían permanecido intactos. Desde que se dictaminó votar reformas a las leyes electorales, los medios informativos tales como Televisión Azteca, Televisa, Grupo Imagen, entre algunos otros pusieron su grito en el cielo: las sumas millonarias que recibían por concepto de “spots” en tiempos de campañas. En si, la reforma implica, entre algunas otras cuestiones, a que los partidos políticos ya no podrán “comprar” tiempo de televisión para promocionar sus campañas y así eviar que se generen guerras en los principales medios de comunicación que tienen secuestrado al país [ya había escrito algo sobre esto hace algunos días]. Los partidos quedarán con el tiempo justo que definirá el senado en los tiempos oficiales con que cuenta el gobierno para cada partido y que de ese tiempo tendrán que “agarrarse” para, sólo, proponer y dejar de lado el sinfín de absurdos comerciales [¿recuerdan a juanga cantando: “ni temo, ni chente, Francisco va a ser el presindente”? que horror] y aún más, evitar que esos espacios de televisión se vuelvan auténticos rings de batalla entre candidatos.
Lo que les duele a los comunicadores no es que los vayas a amordazar, no. Les duele más que las jugosas ganancias que se embolsaban ya no podrán más recibirlas porque los partidos ya no podrán contratar espacios publicitarios. Por esta razón, el día martes y miércoles, las principales televisoras y radiodifusoras se unieron en cadena nacional para dar a conocer, lo que según ellos, es un artero golpe a la libertad de expresión.
¡Patrañas! Cualesquier persona que se digne de tener dos dedos de frente, se da cuenta la manera en que se sigue, aún en estos momentos, manipulando información a diestra y siniestra por parte de los principales comunicadores, que si bien puede que no sean ellos los responsables directos de todo esto, son los que dan la cara ante millones de espectadores a diario. Los Azcárraga, los Salinas y muchas, perdón, y unas cuantas familias más que controlan los medios electrónicos de información serán los que si estarán afectados por esta propuesta. Sólo hay que escuchar a Pedro Ferris de Con todas las mañanas en Imagen, ver a Loret de Mola y a Ramón Fragoso por TV Azteca, López-Dóriga o Alatorre, y la lista sigue, maquillando información. Pero ellos, los dueños, se sienten atados de manos. Claro, se les acabará un gran negocio. Así que los comunicadores no estén haciendo alarde de que los van a censurar. No es así. Sólo se está diseñando un mecanismo adecuado para poder tener un control más estricto de las campañas y que el dinero usado en ellas no sea usado para desatar propaganda que denigre aún más a la sociedad en su conjunto.
Pero dentro de algunas de las cosas que si me parece digno de analizar dentro de dicha reforma electoral, es la remoción de los consejeros ciudadanos del Instituto Federal Electoral, puesto que en ese punto si estoy de acuerdo. Se me hace una completa falta de seriedad que los partidos políticos, en un acto de total descontrol, quiten a dichos funcionarios por el simple hecho de que las preferencias no fueron del todo satisfactorias para ellos. Me refiero en especial al Partido Revolucionario Institucional, que al verse desprotegido ya de aquella corrupción que los mantuvo en el poder durante tanto tiempo, ahora hagan una alianza de facto con el Partido de la Revolución Democrática (que dicho sea de paso, algunas de sus principales figuras son expriistas) logren este atropello contra uno de los órganos federales que al cual le queda aún un poco de confianza por parte de los ciudadanos. No cabe duda que con esos del PRI cabe el dicho de “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Los del PRD es cosa diferente. No es que esté de acuerdo con muchas de sus actuales ideologías, pero ellos pueden tener razón en querer destituir a los consejeros del IFE al alegar que se les robó la elección presidencial del año pasado [que conste que subrayé el “pueden tener razón” no arguyendo que la tengan]; pero tengo entendido, y si no es así espero me lo hagan saber, que para destituir a los consejeros electorales del IFE es necesario proceder en contra de ellos mediante un juicio político que es como constitucionalmente debe de ser y no tratando en lo oscurito la salida de estos consejeros por el hecho de arreglos políticos. Hay que ser justos y tratar de enderezar el barco a la deriva en el cual estamos viviendo. No hay que actuar con venganzas ni revanchas maleras. Si en realidad hubo un fraude, como los perredistas dicen, pues hay que proceder conforme la ley lo marca y no actuar a capricho de los partidos.
Pues bien, en esta última se han tocado intereses que desde hace muchos, muuuuuuuuuuuuuuchos años habían permanecido intactos. Desde que se dictaminó votar reformas a las leyes electorales, los medios informativos tales como Televisión Azteca, Televisa, Grupo Imagen, entre algunos otros pusieron su grito en el cielo: las sumas millonarias que recibían por concepto de “spots” en tiempos de campañas. En si, la reforma implica, entre algunas otras cuestiones, a que los partidos políticos ya no podrán “comprar” tiempo de televisión para promocionar sus campañas y así eviar que se generen guerras en los principales medios de comunicación que tienen secuestrado al país [ya había escrito algo sobre esto hace algunos días]. Los partidos quedarán con el tiempo justo que definirá el senado en los tiempos oficiales con que cuenta el gobierno para cada partido y que de ese tiempo tendrán que “agarrarse” para, sólo, proponer y dejar de lado el sinfín de absurdos comerciales [¿recuerdan a juanga cantando: “ni temo, ni chente, Francisco va a ser el presindente”? que horror] y aún más, evitar que esos espacios de televisión se vuelvan auténticos rings de batalla entre candidatos.
Lo que les duele a los comunicadores no es que los vayas a amordazar, no. Les duele más que las jugosas ganancias que se embolsaban ya no podrán más recibirlas porque los partidos ya no podrán contratar espacios publicitarios. Por esta razón, el día martes y miércoles, las principales televisoras y radiodifusoras se unieron en cadena nacional para dar a conocer, lo que según ellos, es un artero golpe a la libertad de expresión.
¡Patrañas! Cualesquier persona que se digne de tener dos dedos de frente, se da cuenta la manera en que se sigue, aún en estos momentos, manipulando información a diestra y siniestra por parte de los principales comunicadores, que si bien puede que no sean ellos los responsables directos de todo esto, son los que dan la cara ante millones de espectadores a diario. Los Azcárraga, los Salinas y muchas, perdón, y unas cuantas familias más que controlan los medios electrónicos de información serán los que si estarán afectados por esta propuesta. Sólo hay que escuchar a Pedro Ferris de Con todas las mañanas en Imagen, ver a Loret de Mola y a Ramón Fragoso por TV Azteca, López-Dóriga o Alatorre, y la lista sigue, maquillando información. Pero ellos, los dueños, se sienten atados de manos. Claro, se les acabará un gran negocio. Así que los comunicadores no estén haciendo alarde de que los van a censurar. No es así. Sólo se está diseñando un mecanismo adecuado para poder tener un control más estricto de las campañas y que el dinero usado en ellas no sea usado para desatar propaganda que denigre aún más a la sociedad en su conjunto.
Pero dentro de algunas de las cosas que si me parece digno de analizar dentro de dicha reforma electoral, es la remoción de los consejeros ciudadanos del Instituto Federal Electoral, puesto que en ese punto si estoy de acuerdo. Se me hace una completa falta de seriedad que los partidos políticos, en un acto de total descontrol, quiten a dichos funcionarios por el simple hecho de que las preferencias no fueron del todo satisfactorias para ellos. Me refiero en especial al Partido Revolucionario Institucional, que al verse desprotegido ya de aquella corrupción que los mantuvo en el poder durante tanto tiempo, ahora hagan una alianza de facto con el Partido de la Revolución Democrática (que dicho sea de paso, algunas de sus principales figuras son expriistas) logren este atropello contra uno de los órganos federales que al cual le queda aún un poco de confianza por parte de los ciudadanos. No cabe duda que con esos del PRI cabe el dicho de “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Los del PRD es cosa diferente. No es que esté de acuerdo con muchas de sus actuales ideologías, pero ellos pueden tener razón en querer destituir a los consejeros del IFE al alegar que se les robó la elección presidencial del año pasado [que conste que subrayé el “pueden tener razón” no arguyendo que la tengan]; pero tengo entendido, y si no es así espero me lo hagan saber, que para destituir a los consejeros electorales del IFE es necesario proceder en contra de ellos mediante un juicio político que es como constitucionalmente debe de ser y no tratando en lo oscurito la salida de estos consejeros por el hecho de arreglos políticos. Hay que ser justos y tratar de enderezar el barco a la deriva en el cual estamos viviendo. No hay que actuar con venganzas ni revanchas maleras. Si en realidad hubo un fraude, como los perredistas dicen, pues hay que proceder conforme la ley lo marca y no actuar a capricho de los partidos.
1 comentario:
Te dejo una invitacion para participar en un 'meme' (los diez libros).
Visita mi blog!!
Publicar un comentario