martes, 24 de marzo de 2009

Mi fábrica de sueños...


Volando en mi espacio interior, logré adivinar la ruta exacta que siguen mis sueños. Mientras espié a plenitud uno de ellos, descubrí que no era una sola imagen, no. Fueron un cúmulo de sentimientos, dudas, afirmaciones, penas, dolores, felicidades. Una colección de experiencias coqueteaban con estos. Al final, fusionándose en un abrazo eterno, se construyo mi sueño más reciente. Era tan brillante, tan hermoso, que no lo recuerdo.

No me interesa saber que fue. Lo emocionante es que sucedió, dándome razones para seguirlos. Algún día podré disfrutarlo, plenamente, grandiosamente. Podré disfrutarlos cuando esté despierto.

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