Y se repite la historia de cada temporal de lluvias. Inundaciones, destrozos, desplazados, incomunicados, damnificados, en fin, todo lo que el agua arrastra a su paso. La furia del huracán “Dean” demostró que el pueblo de México está preparado para afrontar desastres naturales de gran envergadura; el pasado tétrico de lo que fue “Wilma” en el 2005, mostró las carencias en la cultura de prevención y ha permitido vislumbrar ahora todo lo que se ha avanzado en ese tema. Pero la naturaleza sólo se respeta a ella misma. A pesar de tanta prevención la población no estuvo exenta de deslaves, desbordamientos de ríos, lluvias torrenciales que, si bien causaron un número de muertes muy bajo, los costos en campos de cultivo, casas, negocios, en las pertenencias de las personas fue alto.
Es en este punto donde me pregunto, ¿hasta dónde llega la responsabilidad del gobierno y hasta dónde estamos obligados con nosotros mismos a luchar por nuestro patrimonio?
Mi pregunta va en el sentido de que se ven imágenes tanto en la televisión [que ya he abordado en un post el tema de esas voraces máquinas de hacer dinero], prensa y nos relatan en la radio, la angustia que viven muchas familias al estar esperando la ayuda de las autoridades y que, en muchos de los casos, las personas afectadas, que está en condiciones de trabajar, se resignan a que la ayuda les llegará. Pero creo que debemos tener en claro de que si el gobierno está obligado a hacer llegar esa ayuda [que lamentablemente en muchas ocasiones se lucra con ella] también es claro que estas familias como parte afectada deben de poner su granito de arena para levantarse.
El gobierno debe de ser responsable con sus obligaciones y nosotros no debemos solamente de estar esperando que nos ayuden, porque tenemos la fuerza para levantarnos. No hay que ser tan paternalistas.
Es en este punto donde me pregunto, ¿hasta dónde llega la responsabilidad del gobierno y hasta dónde estamos obligados con nosotros mismos a luchar por nuestro patrimonio?
Mi pregunta va en el sentido de que se ven imágenes tanto en la televisión [que ya he abordado en un post el tema de esas voraces máquinas de hacer dinero], prensa y nos relatan en la radio, la angustia que viven muchas familias al estar esperando la ayuda de las autoridades y que, en muchos de los casos, las personas afectadas, que está en condiciones de trabajar, se resignan a que la ayuda les llegará. Pero creo que debemos tener en claro de que si el gobierno está obligado a hacer llegar esa ayuda [que lamentablemente en muchas ocasiones se lucra con ella] también es claro que estas familias como parte afectada deben de poner su granito de arena para levantarse.
El gobierno debe de ser responsable con sus obligaciones y nosotros no debemos solamente de estar esperando que nos ayuden, porque tenemos la fuerza para levantarnos. No hay que ser tan paternalistas.
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