Una buena opción...

Hace unas semanas, unos muy buenos amigos llegaron a mi casa con sendos vasotes, de esos en los que preparan las micheladas, presumiéndolos cual trofeo ganado en alguna hazaña deportiva. Y no era para menos porque en efecto lo que iban consumiendo eran unas micheladas. Debo de decirles que al probarla sentí un muy marcado sabor a clamato que no es del todo de mi agrado, pero sentí algo rico dentro de esa combinación; todos los demás presentes que las probaron notaron de inmediato el punto exacto de sabor. Por supuesto preguntamos en dónde las habían comprado, por eso de la curiosidad solamente y gran sorpresa nos dio al enterarnos que el lugar donde se compraron fue nada más y nada menos que en El Taurino. Para quienes no son de Colima, el taurino es la única cantina en forma que queda y está en pleno centro de la ciudad. Digamos que es un rinconcito del Colima de antaño en pleno Siglo XXI.

Claro está que tenía que conocer el taurino en vivo, así que un sábado nos lanzamos. Algunos pueden tener la impresión de las cantinas de las películas tipo Pedro Infante, pero no es tanto de esa manera. Si bien es que no hay un baño, digamos, en forma para las mujeres, no es privativo para las féminas entrar. El ambiente es de bohemia pura. Te encuentras varios carteles de corridas de toros de muchos lugares, fotos de toreros como Pablo Hermoso de Mendoza en La Petatera, en fin, un rinconcito muy chido.

Es sin duda, la versión tranquila de un bar, de esos de los que en estos momentos están muy de moda en Colima y de los cuales me declaro fanático, tomando en cuenta que las discos [que en este caso debo de decir, la disco, porque hay sólo una] no son mucho de mi agrado. Este lugar te relaja, te da la oportunidad de acudir a degustar una bebida riquísima por su preparación y no estar al pendiente de quién llegó o de cómo va vestida tal o cual persona como se acostumbra por muchas personas en los bares. Aquí el glamour sale sobrando. Aquí una buena platica es el mejor condimento que se le puede agregar a las bebidas preparadas por Jorgito, el barman, un señor ya entrado en años pero con la cuchara más rápida a la hora de batir las micheladas.

Si alguno tiene la oportunidad de acudir, les recomiendo pidan una michelada que estoy seguro que les va a gustar.