miércoles, 11 de julio de 2007

Hay que edificar un país con educación.

Desde mi punto de vista, una reforma educativa de peso y calidad es una de las cosas que le hacen falta a este país. Son burlas con mascara de buenas intensiones las que desde hace mucho tiempo nos han venido poniendo y que en su conjunto han llevado a que México esté sumido en una gran crisis. Los políticos no quieren ver esa situación aún estando en su propia nariz. Si, aunque lo duden. Haganse estas mismas preguntas que yo, desde hace tiempo me he hecho. Si la educación y los programas son tan buenos, como algunos se cansan de pregonar, ¿por qué sus hijos están en escuelas particulares? Claro, porque la educación en esas instituciones es mucho mejor (en algunas ocasiones, claro) que la impartida en las escuelas públicas.
Grandes programas de actualización de aulas, actualizacion de programas van y vienen a diestra y siniestra. La federación los hace e implementa. Los estados hacen lo propio. Pero, ¿y los profesores? ¿Los normalistas? ¿Acaso ellos no se deben de actualizar? ¡Claro! Pero, algunos están muy entretenidos marchando por su "derechos" (algunos si, justificados) en la ciudad de México (dandole lata a los chilangos que de por si ya están bien fregados con la contaminación y esos "maestros" de paso) y en ocasiones en los mismos estados de donde son originarios.No estoy descubriendo el hilo negro ni mucho menos. El cochinero todos lo conocemos. Sólo espero, como lo he comentado anteriormente, que podamos enderezar el camino.
Los profesores se deben a su vocación. Ellos son los responsables de que en el país dejen de existir personas conformistas. Pero, si se la pasan en las marchas exigiendo sus derechos, que muchas veces son obligados por sus sindicatos (despues dedicaré un gran esacio para hablar de ese cancer que está consumiendo a México) para fines meramente internos, ni los "grandes" proyectos puestos en marcha, ni las grandes "buenas" voluntades de gobernantes podrán hacer que la maquinaria del país funcione.
Sigo invitando a todos para que externemos nuestro desagrado ante las situaciones que están poniendo en riesgo a este hermos y deteriorado país. Vamos a hacerlo juntos. Uno a uno podremos ir cambiando conciencias, lo cual es básico para cambiar al país.

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