viernes, 6 de julio de 2007

¿Y a México quién lo ayuda?

Programas van, programas vienen, pero nadie resuelve el problema de fondo. El país se está cayendo a pedazos y nadie hace algo por salvarlo.
Comencemos por los principales afectados y, digo yo, responsables de todo este desmadre: los ciudadanos. Si, nosotros los ciudadanos somos los responsables de elegir gobernantes capaces, honestos y con voluntad de servicio (parece que estoy hablando de un güey de otro país porque al parecer en México, lamentablemente, no hay uno) y en caso de no cumplir con estos requisitos, que falle en cualquiera de estas tres premisas, tener el valor de señalarlo y la autoridad ciudadana para destituirlo. Pero claro, una vez que nos prometieron la lunas y las estrellas, llegan al poder y se ponen a crear leyes que los proteja ante esto. Si en verdad la democracia en el país se ejerciera como se supone que debe ser, seríamos, o una nación de primer mundo, o una nación con el mayor número de sustituciones de diputados en el planeta.
Es vergonzoso saber que existen familias, a estas alturas del partido, que sobrevivan (nótese que uso la palabra sobrevivir, porque no es de otra manera) con $100 diarios o menos. Algunos pueden salir con eso de que si estudias puedes llegar a tener un mejor trabajo y cosas de esas. Si, estoy de acuerdo y se que una parte del gran problema es debido al bajo nivel educativo y trataré de comentar ese punto. Pero, ¿han notado que siempre tengo un pero para todo?, bueno, pero creo que la situación que se vive en México es de dar pena. La gran riqueza está situada en una mínima parte de la población, que mejor dicho es micrométrica. La pobreza no está en la gran parte de la población, porque México es un país de clase media. Es feo decirlo, pero mientras el gobierno, se va apoderando de lo poco que las personas comunes y corrientes pagamos de impuestos, en algunos casos con grandes sacrificios, este poco a poco se van haciendo más rico. Y eso, no es cuestión de si estudiaste o no. Es cuestión de un mal manejo de la economía. Los precios suben, suben y suben. Los sueldos rara vez lo hace. El poder adquisitivo en este país está por los suelos.
La otra parte del problema son esos entes llamados diputados, senadores, secretarios de estado, gobernadores, presidentes municipales, magistrados de las cortes, de los cuales, sólo un porcentaje casi nulo, son verdaderos servidores públicos. La gran mayoría son simples representantes populares, porque nada más hacen eso, representar al pueblo, pero no ayudarlo. Como ellos ya están ganando una súper lana, a los que los elegimos que nos lleve el carajo. Y eso lo hacen porque nos dejamos. Unámonos, seamos valientes y exijamos que cumplan con su trabajo, protejamos los intereses del pueblo. Son de dar asco. Hago un llamado a no callarnos, a decir lo que están haciendo mal y en caso necesario, destituirlos, porque nosotros pagamos sus sueldos y no han entendido que son nuestros trabajadores.
Es claro que estas exigencias las tenemos que hacer por las vías de la razón, la mesura y la cordura. No podemos exigir algo mediante la violencia. Tenemos que ser más inteligentes que estas personas y que la razón sea quien supere las adversidades.
Poco a poco iré desglosando los grandes problemas, que a mi parecer, aquejan al país y que tratando esos problemas para darles una solución a corto plazo, esta nación será mejor que ahora.

1 comentario:

Miguel Aram dijo...

Interesante tu escrito!! Coincido contigo en mucho de lo que dices...