Y se va este 2010... El próximo año comenzaré con nuevas facetas en esta Ruta de Escape, que me den nuevas esperanzas y nuevas ilusiones...
FELIZ AÑO 2011...
*No leemos hasta el próximo año.
Y se va este 2010... El próximo año comenzaré con nuevas facetas en esta Ruta de Escape, que me den nuevas esperanzas y nuevas ilusiones...
FELIZ AÑO 2011...
*No leemos hasta el próximo año.
Dudas, decepciones, estrés, insatisfacciones... este 2010 ya está por terminar...
Algo bueno debe de salir de todo esto.
... esas visiones irreconocibles me alcanzan
corro lo más rápido posible
para evadir episodios de ese pasado desmesurado
que se empeña en ser presente
e invadir prematuramente mi futuro.
Mientras más veo las estupideces que hacen algunos pinches diputados, peleándose unas mantas y haciéndose los ofendidos porque no se respeta su derecho a la libertad de expresión, más pienso que esta bola de imbéciles e inútiles, deben de irse mucho a chingar a su rebien puta madre....
¡¡¡Ya basta de tantas pendejadas!!! ¡¡¡Pónganse a trabajar pinches parásitos!!!
Con la salida del Kindle y Ipad, ¿el futuro del libro impreso es el desuso?
¿Qué es lo que te gusta de leer un libro en papel que no podrás disfrutar con uno electrónico?
Enumero algunas de las cosas que amo de los libros impresos...
1) El olor cuando los abres por primera vez.
2) El sonido al dar vuelta a la página.
3) La textura de las hojas.
4) Los separadores.
5) El olor de un libro viejo.
¿Cuál sería tu lista?
La sensación obtenida después de leer un libro es indescriptible. Es entre añoranza de seguir exprimiendo historias o recuentos, y ánimos de iniciar una nueva aventura.
En semanas pasadas, no he tenido el ímpetu de antes en ponerme a leer como solía hacerlo, quizá por el cansancio mental que me provocó el iniciar un nuevo trabajo. Lo cierto es que el reto que me impuse hace algunos años de leer al menos diez páginas por día no lo había venido cumpliendo. Pero el leer de un tirón las últimas 52 páginas de este último libro, fue mágico, me revitaliza y me hace tener nuevas metas en este tenor.
Hoy he iniciado con una nueva aventura y espero que muchos de los que ahora leen estas líneas se apeguen a sus aventuras impresas y sientan la misma emoción de abrir un libro y poder oler su existencia mientras seguimos línea a línea, cada una de esas historias.
Las cosas no pueden ser peor en cuestiones de seguridad, cuando la tienes de frente. Cuando las noticias que leía en los diferentes periódicos en Internet, me parecía irritante saber que las autoridades responsables de proporcionar la seguridad, se dormían cada noche, pintando un muerto más a su currículum; sentía un temor ajeno, que me permitía darme la posibilidad de tener la tener la esperanza de que aquí, todo estaría bien y seguiría igual de tranquilo. Cuan equivocado estaba.
Desde siempre ha habido muertos de bala, muertos que son el resultado de venganzas entre terratenientes o de pleitos de pandillas. Pero cuando comenzaron a aparecer cuerpos desmembrados, con las cabezas quién saber dónde, mi temor ajeno, lejano, se acercaba al umbral de la realidad que, al día de hoy, ya es la que vive Colima.
Cuando la semana pasada una balacera aturdió la madrugada del "tranquilo" Colima. Una de esas balaceras que eran ajenas, ocurría mientras el día de los colimenses apenas era un augurio, y que dejó perplejo a más de uno al amanecer y darse cuenta de que su tierra ya no es ese tranquilo lugar. A ese acontecimiento, siguieron más, y ahora, las cosas son diferentes. El fin de semana, ya no fue el tema de moda el mundial de futbol, no. El tema de moda ahora, es, la inseguridad que se ha apoderado de un Estado, en dónde hasta hace algunos meses, su gente podía disfrutar, sin la incertidumbre de poder estar en un fuego cruzado.
PD: las familias aún tenemos la esperanza de que sea una oleada de violencia... como todos los Estados de este país...
Desperté absorto de un sueño extremadamente raro. Inmediatamente salí de mi habitación y vi ese espacio, con el cual me topaba cada mañana, al cual nunca había reparado en ponerle atención, y justo dónde había transcurrido ese sueño. Atinadamente, recordé esa foto, en la que aparecían varios de mis antepasados y en la cual me centraba. Sí, tiene que ser esa, me dije sin dejar de andar.
Regresé sobre mis pasos y volví a entrar en ese espacio de la casa, ahora un poco cambiado, con la pintura de sus paredes saltada por la humedad, pero que unos momentos, quizás horas antes, en mi sueño, reflejaba hermosura, paz, tranquilidad y en dónde me sentí tan bien. Lo contemplé y fui feliz nuevamente, ya que a pesar de no haberla conocido, había platicado justo en ese espacio, al menos por unos instantes y en un sueño, con mi mamá.
Prefiero dejarme llevar.... prefiero ser alguien con quién me siento agusto... prefiero ser yo...
¿Por qué no lo hago?
ENRIQUE BUNBURY - LO QUE MáS TE GUSTó DE Mí
Me dices que soy
Un poco particular
Y te estorban esas cosas
Que adoraste de mí
Si soy así
Un poco loco de todas formas
Y por suerte
Yo soy otro
Me dices que soy
Un poco particular
Cuando esas pequeñas bromas
Te hacían reír hasta llorar
Y ahora las odias
Y aunque no me conozcas
De todas formas
Y por suerte
Alegría me sobra.
Lo que más te gusto de mí
Es lo que quieres cambiar
Y hay que estar
Con las botas puestas
Dispuesto a aguantar
Sabes que pienso
Que una retirada a tiempo
Es siempre una derrota.
Me dices que soy
Un poco particular
Que los recuerdos se parecen
Sólo en parte a la realidad
Que no es verdad
Que subiera más alto
De todas formas
Y por suerte
No quiero tus halagos.
Lo que más te gusto de mí
Es lo que quieres cambiar
Y hay que estar
Con las botas puestas
Dispuesto a aguantar
Sabes que pienso
Que una retirada a tiempo
Es siempre una derrota.
Ajustes de cuentas
Palabras con piedras
Lanzadas con fuerza
Contra las ventanas.
Lo que más te gusto de mí
Es lo que quieres cambiar
Y hay que
Estar con las botas puestas
Dispuesto a aguantar
Sabes que pienso
Que una retirada a tiempo
Es siempre una derrota.
*... y resulta que siempre termino siendo yo el responsable jajajajajajajaja
Una más de
Después de que se destapó el escándalo de pederastia, conocido por casi todos pero que no había sido probado (hasta ahora), la llamada Iglesia de Roma, ha tomado una postura bastante cómoda para ellos, al reconocer esos casos, pero minimizarlos al no tener una postura clara acerca de qué pudiera hacerse en contra de estos aberrantes delincuentes por parte de esta institución.
Es bastante cómo decir que las autoridades civiles se hagan cargo de estos curas, ya que de esta manera se deslinda de su compromiso moral. ¡Claro que las autoridades civiles deben de hacerse cargo de estos monstruos! Pero, ¿y ellos? En otras ocasiones han hablado de la excomunión [máxima pena para un católico] en contra de secuestradores o narcotraficantes, pero no he escuchado ni leído un pronunciamiento de igual manera en contra de sus ministros. Claro, que primero hay que comprobar que hayan sido culpables, y una vez sabido esto, excomulgarlos y hacerlo público, para que los feligreses sepan que también se hace justicia en la tierra por medio de los “representantes” de Dios.
Ahora bien, la iglesia católica, se ha pronunciado en contra de la homosexualidad desde siempre. Y ahora, ligando a esto, el Secretario de Estado Vaticano ha dicho que los homosexuales tienden a ser pederastas [que si citó un estudio o es percepción particular es lo de menos], la cosa es que sea cual sea el sentido de su comentario, está aceptando que hay curas homosexuales, al ligar estas dos cosas que nada tienen en común.
De una forma u otra, la iglesia católica está en una de sus peores crisis, al estar involucrado el llamado vicario de Cristo en escándalos de protección a pederastas. Alguien dijo por ahí, “pero eso fue antes de se Papa”, a lo que me puso a pensar que, el que comete un delito antes de tener un puesto de importancia, no lo deslinda de haberlo cometido. En este caso, si es correcto esto, ¿qué calidad moral puede tener el “representante” máximo de Dios en la tierra? Yo creo que ninguna.
Son conocidos ahora, innumerables casos de delitos, ya sea para hombres o mujeres que van desde las acusaciones falsas, el asesinato [con la “Santa Inquisición”], hasta el ultraje sexual, que ha cometido la iglesia católica desde tiempos inmemorables. Con todos estos antecedentes, ¿es la iglesia católica una institución en la cual se deba confiar?
*Escribo una opinión personal con respecto de la iglesia católica ya que he crecido dentro de esta y si alguien me pregunta cuál es la religión que profeso, diré siempre que la católica. Pero no por esto, estoy cerrado a voltear a otro lado cuando ocurran anomalías u otra clase de cuestiones que denigren a los feligreses y sobre todo, que permitan que personas de carne y hueso, más corrientes que comunes, se escuden en su ministerio para aprovecharse de sus seguidores y cometan delitos que deberían de ser castigados al igual que se hacía en la “Santa Inquisición”.
Hace días tenía la intención de escribir algo interesante, algo que trascendiera a lo común que se lee en este blog... pero nada se me ha ocurrido. Así que hablemos de las vacaciones, esas que desde que uno sale de la adolescencia no vuelven a ser igual.
Cuando se es puberto, y en mi caso así lo fue, siempre se espera cumplir 18 años para poder irte de vacaciones a la playa, ponerte pedas desenfrenadas, y terminar enpiernado con la chava más buena del lugar dónde te empedaste. Lo alucinas, ya tienes el plan, las frases correctas para llevarte a la cama a la chava más buena y más difícil, la que nunca, por ninguna circunstancia, te pelaría, pero que en esa ocasión caerá rendida a tus pies, complaciéndote en todos las puercas ocurrencias que se han antojado desde que concebiste qué significa estar con una mujer en una habitación, y que no es de tu familia.
Llega ese gran día, la mayoría de edad, en que lo primero que haces antes de esperar los regalos [que por cierto son casi nulos], es correr, peinarte [por aquello del "pero te peinas cuñao"], y salir volado a tramitar tu credencial de elector, claro, para que te dejen entrar a la disco y cumplir tus cochinas intenciones planeadas desde años atrás. Por fin, la tienes en tus manos y sólo resta dar paso a que el tiempo pase y lleguen esas vacaciones.
Una semana y sales de la escuela, para ese receso creado para ser un tiempo de regocijo religioso y que desde hace mucho tiempo, más del que recuerdas, y que sólo tus abuelitos respetan. Qué te importa si a un tal Jesús lo acusaron injustamente, lo torturaron, lo crucificaron y después, revivido, ascendiera en cuerpo y alma al cielo para estar a la diestra de Dios; total, eso paso hace un chingo y nada tuviste que ver con eso [claro, tú nunca podrías haberlo acusado injustamente]. Las clases son cada vez más largas, a pesar de que los maestros son los que se mueren por dejarte salir quince minutos antes, porque a ellos también se les cuecen las habas por irse a disfrutar de su propia fiesta. Viernes, sí, ese que antes era respetado por todo el mundo [o al menos todos los mexicanos], como el de la Virgen de los Dolores, ese viernes en que se regalaban vasos con agua, asemejando las lagrimas vertidas por María al ver morir a su hijo Jesús [Quedó claro líneas atrás que nada tuviste de culpa por el terrible destino de ese cuate]. Pero ese viernes vas ya rumbo a tu casa, no esperando que te regalen un vasito con agua de tamarindo, no. Vas cuidándote de gañanes que, como tú mismo lo hiciste alguna vez, sale con globos llenos de agua, cubetas con agua [en el mejor de las casos], para mojar a cuanto baboso se les aparezca en el camino.
Llegaste a tu casa, seco. Por fin. Tienes ese fin de semana para llamarle a tus amigos, poner en marcha los planes de huida a la playa que venían tramando meses atrás. Vas directo a tu cuarto, qué demonios te interesa si no comes, pues ya tendrás muchos días para curarte una cruda descomunal, y sí, en ese momento tendrás chance de comer. Ahorita tienes que tener todo listo. Y enlistas:
1. Traje de baño chingón [entiéndase, la bermuda de florecitas rastas que está "bien chingona" (según tú y tu hermano que por culera, te la regalo)].
2. Bronceador [claro que no es para ti, al menos que quieras ponerte morado, porque prieto ya estás]. (En este punto cabe aclarar que, el bronceador no es para ti, eso es de jotos, o de quien sí logrará notársele un bronceado; es para ponerle en la espalda a la chica que te vas a joder dentro de unos días, a webo).
3. Esas chanclas surfas que están de moda.... desde hace como cinco años.
4. A webo que corres por la hielera y le sacas todas las caguas llenas de agua hedionda.
5. Un pantalón de mezquilla, un par de clazones, tu cepillo de dientes y otras cosas menos importante.
Listo, lo de primera necesidad ya lo tienes. Esta ha sido apenas la primera fase. La que requiere quizá menos tiempo, ya que todo lo haces en tu casa. Viene la segunda fase, la de logística:
1. Hablar con Román, tu cuate el cabrón, ese al que sus papás le prestan la camioneta desde los 12 años y en la cual se ha roto la madre como tres veces. Pero te vale madres, es el único wey que te salvará de no irte en camión y pasar los momentos más incómodos de tu juventud. Esa charla es decisiva, ya que de esos momentos que pueden tornarse largos, depende tu ida. Dos minutos después, ya que te dijo "no mames cabrón, hace dos horas te dije que si vamos cabrón, te hablo la semana que entra" el primer punto está concluído.
2. Sales corriendo a la casa de tu vecino, ese cabrón que es un cojelón, y le pides tooooodos los condones que pueda prestarte. Una vez terminado este punto estará casi terminado el plan... regresas a tu casa con un "estás pero que si bien pendejo... compra los tuyos".
Digo, después de los dos puntos anteriores te quedas pensando, "creo que me estoy adelantando un poco". Pero como siempre, haces caso omiso a tu subconciente, que sí, siempre tiene la razón, pero eso lo descubres ya que la cagaste.
Los siguientes cinco días son inmensamente desesperantes. Das vueltas como león enjaulado por tu habitación. Te la pasas jugando solitario para matar el tiempo y cuando ves el reloj, han pasado los cinco minutos más largos de tu vida. Y así, el tic tac del reloj te taladra el cerebro, y eso que es digital.
Por fin, jueves por la mañana. Estás tentado de hablarle a Román, pero desistes... él te dijo que te hablaba. Afinas detalles, los mismos detalles que has afinado hora tras hora desde el viernes anterior.
Y es justo, en ese instante cuando suena el teléfono, la sangre se te agolpa en las sienes. Ya escuchas la voz chillona de Román avisándote que en unos minutos pasa por ti. Comienzas a sacar tus cosas del cuarto. En cualquier momento tu mamá te gritará para que contestes el teléfono. Tomas aire y, claro, tenías razón, desde la sala grita tu mamá: ¡hijo, apúrate, ya viene para acá! Es raro que tu mamá haya tomado el recado, pero Román es muy desesperado, así que nada más avisó que ya iba por ti. Por fin, unas cuantas horas y el sueño de toda tu cachonda pubertad estará siendo realidad.
En cuanto la mirada de tu mamá se cruza con la tuya, un aire enrarecido se hace presente. Sientes que su párpado derecho comienza a temblar, como cuando te va a recriminar algo; sus labios, secos de haber hablado por teléfono, son humectados por su lengua, están a punto de decirte algo. Lentamente toma aire por la nariz y los labios, como en una película de suspenso, comienzan a abrirse lentamente. Al principio un sonido gutural, casi terrorífico resuena en tus tímpanos. Y poco a poco comienzan a tener sentido. No lo entiendes del todo bien. Por fin, unos segundos después entiendes el mensaje, que al principio te dijo cifrado tu mamá: "y ahora tú, ¿a dónde crees que vas?"
La vida te ha enseñado que, cuando te sientas acorralado ante el embate que representa una pregunta como esa, resuelvas el momento con un, "por ahí". Tú, claro, lo haces. Comienzas a avanzar por el pasillo que te lleva hasta la puerta principal de la casa, resuelto, sin problemas, sólo piensas en sol, playa y viejas... "¿A dónde dices que vas?" Ooooooh no. Cualquier cosa, pero ese tono sarcástico no. La sangre que hace unos momentos se encontraba en tu cabeza, se desploma a tus tobillos. Un frio de muerte recorre tu espina dorsal. Instintivamente volteas y tienes de frente a tu mamá. Un silencio que dura sólo unos segundos hace el ambiente frio.
"¿Desde cuándo te mandas solo? En esta casa hay reglas, y una de esas es pedir permiso". Es justo el momento que estabas esperando. Sacas tu cartera y dentro de esta haces lo propio con tu credencial de elector. La abanicas en la cara de tu mamá decidido a seguir tu camino a la puerta. Pero tu mamá tiene la jugada final. "Está bien, si un pedazo de papel tiene más validez que el permiso de tu madre, vete. Pero a mí no me pidas ni un cinco, pídeselo al IFE". Esas palabras fueron definitivas. Es justo el instante es que vuelves a tener diez años, regresas corriendo con tu mamá y la abrazas... y comienza la humillante tarea de rogar por unos pesos [que esperas que en realidad sean algunos cientos de pesos]... Lo peor es cuando te confirma que en realidad quien va a llegar por ti es tu primo pepe para que le ayudes a sabe que madres que a ti ni te afecta ni te beneficia el que se hagan o no. El ruego comienza. Las suplicas se hacen presentes. Una lagrima da paso todas las demás, a las que el llanto de desesperación hace emanar cual cascada. De repente la puerta se abre, es tu primo, el cual, al ver la escena decide esperarte en la calle. Sólo que comente un pequeño descuido, dejar la puerta abierta.
Es en lo más álgido de tu ruego cuando una voz chillona resuena en el pasillo, viene desde la calle. Ya nada puede ser peor. Sólo terminas por escuchar, "creo que no va a ir, no le dieron permiso, jajajaja". Un portazo y el sonido del motor que se aleja. Y claro, la cereza del pastel: entra pepe preguntando, "¿ya nos vamos?".
Humillado por las circunstancias, abatido por la desesperanza, te diriges a tu cuarto y cierras dejando detrás un fin de semana de lujo. Sí, esas son tus primeras vacaciones de adulto, esas en las que la mujer más hermosa que conoces queda embarazada y maldecirás al cielo porque de haber estado allí, el papá de esa criatura hubieras sido tú.
Dos años más tarde descubrirás que nada de lo que planeaste es lógicamente posible. Porque tomarás tanto y a tal velocidad, que para el anochecer ya estarás fajando con la gordita que nadie pela y al siguiente día despertarás entre el reproche de voces y un ardiente olor ácido a wacara.
Cualquier parecido con la coincidencia, créanme, es mera realidad.
Primer cabalgata, que por cuestiones de las circunstancias, se adecuó al inicio de los carnavales [con la diferencia de que estas fiestas no terminan el próximo miércoles de ceniza].
La descoordinación reinó dentro de esta nueva administración y en esta primera cabalgata. Pero espero aún, que todo vaya mejorando.
El hecho, es que año con año, me siento más orgulloso de ser partícipe de una centenaria tradición. Lo lamentable es que, muchas personas, gritando a los cuatro vientos que son orgullosamente seguidores y que mantienen viva una tradición, se cuelguen de estas cosas para promover el desorden, poniendo en riesgo la integridad de personas que asisten a tan maravilloso evento. Asociaciones que se dicen orgullosas de una tradición y que fomentan el desorden, por el hecho de vender y sacar tajada. Lamentable.
Por lo demás, hoy es sábado. El primer "Toro de Once", el primer "Recibimiento" y la primer "Jaripeada". Hoy es día de La Petatera. Hoy es día de los villalvarences. No de los que son "por tradición", no, de esos puede ser una camisa. Hoy es día de los villalvarences CON TRADICIÓN, los que sentimos las fiestas. Hoy es día de fiesta, de aportar y sobre todo de mantener viva una centenaria tradición. Vengan todas propuestas positivas, esas que enriquecen a La Villa, las que son punta de lanza para mejorar, y no campañas consumistas de uniformidad textil para que lo que tratan de ordenar mucha gente, se vaya al traste por un inconsciente. Vamos pues a ser proactivos y veamos por esta fiesta, y dejemos de lado el consumismo.
Amo mi tierra. Amo la tradición. Amo esta fiesta.
Uno es más auténtico cuanto más se parece a lo que ha soñado de si mismo.
Adaptado [Todo sobre mi madre 1999 - Pedro Almodovar]
Comienza la cuenta. Una vez más.
Errores, satisfacciones, angustias... de todo hubo el año pasado...
Este año que inicia, esperemos sea mejor... Al menos sobrevivirle.